La condensación: una bomba de tiempo
Cuando se instala correctamente, el aislamiento térmico es una solución fantástica. Puede ayudar a mantener a raya los crecientes costos de energía asociados con la calefacción y la climatización de la casa. También puede ayudar a superar los problemas de la condensación.

La condensación se controla con el aislamiento térmico correcto. Mediante la creación de un interior cálido que será menos propenso a desarrollar humedad durante los meses más fríos del año.
Pero sucede que a veces el aislamiento no está instalado correctamente en relación con la posición de la barrera de vapor. A la vez, la barrera de ventilación con base en membranas transpirables, está mal diseñada. Finalmente, el aislamiento térmico, puede ser el origen de algunos problemas muy graves.
Aislamiento térmico mal diseñado y mal colocado
Constructores y arquitectos están obligados a cumplir con las normas de eficiencia energética cada vez más estrictas en construcciones nuevas. Esto se consigue normalmente mediante el uso de niveles más altos de aislamiento en paredes y techo. Mediante la incorporación de prácticas de construcción herméticas.
En una casa promedio, una familia de cuatro personas producirá aproximadamente 25 litros por día de humedad. Este aire caliente y húmedo creado dentro de la casa va a empezar a difundirse y encontrará todas las diminutas aberturas y huecos. Así, se colará detrás de cosas como tomas de corriente y accesorios de iluminación. Finalmente, hará su camino en el pleno del falso techo, y de las cavidades de la pared.
Cuando el aire cálido y húmedo entra en contacto con las superficies frías en las estructuras de techo y de pared, se generará la condensación. Ciertamente, de la misma manera como se ve en un espejo del baño después de una ducha caliente. Como esta condensación se acumula, puede haber problemas en el futuro.
El aislamiento térmico, si lo hay, se saturará y reducirá su eficacia. Así la madera estructural estará en peligro de descomposición y la estructura de acero empieza a corroerse. Luego aparecerá un moho tóxico.
Después las bacterias podrían surgir y extenderse desapercibidamente dentro del pleno del falso techo o cielorraso y en las cavidades de las paredes. Sin duda, causando serios problemas de salud para los ocupantes de la vivienda. Desafortunadamente este tipo de problema va en aumento.
La condensación silenciosa y desapercibida
Para evitar la condensación se requiere una cuidadosa consideración en la fase de diseño. Por cierto en el uso correcto del aislamiento térmico. Además de las capas de control de vapor y las membranas transpirables.
Los especialistas lo saben, que la expresión, «… en mi casa pusieron el aislamiento» es genérico y engañoso.
Hay actualmente, membranas transpirables que impiden la entrada de la lluvia, la nieve y el polvo, y además permiten el escape controlado del vapor, permitiendo, con eficacia, respirar a la construcción.
Cada invierno escuchamos historias de horror acerca de goteras en el techo o “lluvia en el techo” a pesar de que no ha habido nubes en el cielo durante varios días.
Estas son supuestas “filtraciones fantasma”. Sobre todo, en los casos de descomposición o corrosión de las placas de yeso, de la construcción en seco, en los que humedecerán la construcción desde adentro.
Si el aislamiento no está instalado correctamente en relación con las barreras de vapor y membranas de ventilación, puede conducir a daños estructurales. Además de problemas de salud para los ocupantes de la vivienda. Debido a una difusión inadvertida de aire caliente y húmedo, dentro de la estructura de la casa.
Si la humedad se queda atrapada, el aislamiento lo detiene. Luego, obstruye su capacidad de hacer el trabajo aislante por el que se puso en ese lugar, cuando se construyó o reformó la vivienda.
El aislamiento que corresponde
Contrariamente a las reglas básicas de la física de la construcción, un aislamiento térmico que contenga papel de aluminio, o lámina de polietileno o compuesto de hojas de burbuja reflectantes, se debe instalar en revestimientos de climas templados y fríos. Pero una membrana transpirable, se debe utilizar en el lado frío exterior del aislamiento.
Las membranas de ventilación, que NO son barreras de vapor, se colocan bajo los revestimientos de la casa, de lado exterior, y mantienen la lluvia, la nieve, el viento y el polvo fuera de la envolvente de la casa. Luego permiten escapar el aire húmedo.
Lo contrario sucede con las barreras de vapor, que se colocan bajo los revestimientos del lado interior y bloquean absolutamente la humedad contenida en el aire interior.
Ambos tipos de membranas, la barrera de vapor y la barrera de ventilación, bien aplicadas, y diseñadas dentro de la envolvente de la casa, permiten abordar el problema de la condensación exitosamente.

