Manejar las demoras en las obras y construcciones
Las inclemencias del tiempo pronto son un inconveniente. Hay que saber manejar las demoras en las obras y construcciones.

Por lo tanto, durante la fase previa de las obras y construcciones, es esencial que el mal tiempo se tenga en cuenta en el plan de construcción.
También qué medidas se deben tomar para mitigar su impacto. De modo que la perturbación meteorológica sea lo más mínima posible.
Evitar retrasos en las obras: tomarse el tiempo para planificar
En primer lugar, el calendario del proyecto obras y construcciones debe tener en cuenta un cierto número de días como «días de tiempo inclemente». Ciertamente, en los que se debe suponer que habrá poco o ningún trabajo en la obra.
Al asignar una cierta cantidad de tiempo a los retrasos en las obras, alivia la ansiedad que sienten tanto los contratistas como los propietarios. Tal vez, cuando se pronostica una tormenta que tendrá un impacto negativo en el lugar de trabajo y en la productividad.
Si el trabajo procede sin un evento meteorológico y los días de retraso meteorológico no son necesarios, el trabajo terminará antes de lo previsto. Probablemente para el deleite de todos los involucrados.
Por consiguiente, al redactar el contrato de obras, es importante que los retrasos en las obras se tengan en cuenta en el programa final de construcción.
Finalmente este simple paso aliviará innumerables problemas más adelante en el proyecto.
Proteger los materiales
Hay algunos pasos prácticos que se pueden tomar en previsión del mal tiempo en un sitio de trabajo.
En primer lugar, si hay materiales o equipos que se dañarán por la lluvia o el viento, se puede utilizar una unidad de almacenamiento temporal. Sin duda, para proteger los artículos de interés.
Si el uso de almacenamiento temporal en la obra NO es práctico debido a limitaciones de costo o espacio, es aconsejable buscar materiales de protección. En definitiva, para hacer uso de ellos en caso de que se produzca un evento meteorológico.
Artículos como las láminas protectoras y las lonas son de un valor incalculable. Asimismo para preservar la integridad de los materiales y el equipo de construcción.
Es una buena práctica ser proactivo en el mantenimiento de un pequeño inventario de materiales de protección en la obra. Luego podría haber escasez de ellos si una tormenta golpea rápidamente.
Además, si una tormenta se aproxima rápidamente y aun asumiendo que los materiales de protección están disponibles para la compra, puede que no haya tiempo suficiente para obtenerlos. Así como transportarlos al lugar de trabajo e instalarlos apropiadamente.
Por consiguiente, un propietario y un encargado en obras y construcciones diligente insistirán en que se mantenga un suministro de artículos de protección.
Casi relacionados con el clima en el lugar, a los que se pueda acceder rápidamente en caso de que sea necesario.
Una vez más, no se puede subestimar la importancia de la planificación previa de los materiales de protección de la construcción.
Es aconsejable incorporar una pequeña reserva de fondos para materiales de protección relacionados con el clima en el contrato de obras. Cuya provisión debería incluir la asignación de costos para estos elementos.
Abordar el problema de frente durante la fase de redacción del contrato, desactiva cualquier argumento que pueda surgir después de que el trabajo haya comenzado. Y una tormenta inminente esté amenazando la integridad y el progreso del proyecto.
Retrasos en las obras: un seguro puede ayudar
También si ocurre algún evento climático relacionado con el agua, la importancia del seguro no puede ser subestimada.
Es indiscutible que los daños y pérdidas causados por el agua son la principal causa de pérdida en obras y construcciones.
Por lo tanto, es fundamental antes de trabajar en un proyecto de obras, asegurar que todas las pólizas de seguros relevantes y necesarias estén en su lugar.
En este sentido, es una buena práctica que el agente de seguros o el asegurador visiten la obra. Además evalúen el alcance del trabajo que se va a realizar.
Globalmente, esta práctica sencilla ayuda a clarificar el alcance de las tareas y asegurar que las coberturas sean adecuadas.
Si bien el clima NO puede controlarse, ya que afecta el progreso de un proyecto obras y construcciones, hay pasos que un propietario prudente y el constructor pueden tomar. Finalmente, para minimizar cualquier daño antes del inicio de un evento.

